Cuando se es niño es normal tener miedo al dentista. Estar tumbado en una silla mirando al techo con alguien que no conoces metiéndote objetos metálicos afilados en la boca, ¿Quién no tendría miedo? Conocemos a algunos adultos que no están muy seguros de ello.
Lo importante es saber que, aunque parezca un proceso aterrador, es fundamental que los niños reciban una atención dental adecuada. Aquí tienes algunos consejos de Dentista Urbina para que el cuidado dental pediátrico sea más fácil:
- Empieza pronto. Es importante que los niños se acostumbren pronto a la idea de cepillarse los dientes e ir al dentista. Cepilla los dientes de tu bebé en cuanto salgan.
- Puedes utilizar un cepillo de dientes para bebés o una toallita húmeda después de alimentarlo. Se recomienda llevar al niño al dentista cuando empiece a salir el primer diente, y desde luego a los 2 años.
- Practica en casa. Antes de la primera cita, explica al niño lo que va a pasar. Diviértete con ello. Finge que eres un dentista y coloca a tu hijo en un sillón y finge que le examinas los dientes en casa para que sepa qué esperar.
- Evita el lenguaje duro y las promesas. Cuando hables del dentista, intenta evitar palabras como “duele”, “dolor” y “disparo” para aliviar el miedo. También es importante no decirle a tu hijo antes de la visita que “todo irá bien”. Cuando luego necesite un empaste, podría pensar que le has mentido. Y prometerle golosinas después hace que se pregunte lo malo que va a ser.
- Distrae y consuela. Consulta con tu dentista la posibilidad de permanecer en la sala con tu hijo durante la revisión. También puede llevar un peluche o juguete favorito para que se sienta cómodo. Elogie a su hijo durante y después de la visita por su buen comportamiento.
Usted es quien mejor conoce a su hijo y puede tener otras ideas que funcionen. Sea como sea, el objetivo es ayudarles a llegar a un punto en el que ir al dentista no sea un gran problema.