5 consejos para sacar el máximo partido a la terapia

Tanto si estás actualmente en terapia como si estás pensando en iniciar el proceso, te servirá hacer lo posible para aprovechar al máximo tu experiencia. Ir a terapia es un proceso activo, y su efectividad puede optimizarse teniendo en cuenta estas cosas del Instituto Psicoeducativo:

1. Encuentre la persona adecuada

Encontrar el terapeuta adecuado para usted es importante para su éxito en la terapia. Los terapeutas son diversos en su enfoque del tratamiento, y es razonable que no todas las relaciones entre terapeuta y cliente sean las adecuadas. Empiece por centrarse en el motivo por el que busca ayuda y busque terapeutas especializados en lo que sea.

Una vez que comience la terapia, intente asistir al menos a dos o tres sesiones con su terapeuta antes de abandonar el barco; es posible que su primera impresión cambie después de algunas sesiones. Si al final decides que no funciona, no pasa nada por hacérselo saber a tu terapeuta y pedirle una derivación.

2. Establezca objetivos específicos

Este es un paso que puede ser fácil de pasar por alto, porque puede parecer un hecho que el objetivo de la terapia es simplemente “mejorar”. Intente preguntarse: “¿Cómo será cuando me sienta o me vaya mejor? ¿Qué será diferente?”. Su terapeuta colaborará con usted para establecer objetivos alcanzables para la terapia. Al establecer objetivos específicos, podrá seguir mejor su progreso a lo largo del camino y, a su vez, tendrá más probabilidades de alcanzar sus objetivos.

3. Priorizar la terapia

Una vez que haya encontrado el terapeuta adecuado y haya establecido objetivos para el tratamiento, sacará el máximo provecho de la terapia si fija una cita regular. Por lo general, será una vez a la semana, aunque usted y su terapeuta pueden decidir que algo más o menos frecuente será apropiado. Faltar a las citas con frecuencia probablemente impedirá su progreso; si se compromete a acudir a su cita, es probable que alcance sus objetivos más rápidamente.

4. Sea sincero

Una de las cosas buenas de la terapia es que proporciona un espacio seguro y libre de juicios para ser totalmente honesto con su terapeuta y consigo mismo. Algunas cosas pueden ser difíciles de hablar, incluso en la terapia. Ten en cuenta que la capacidad de tu terapeuta para ayudarte está limitada por la honestidad que tengas con él. Al practicar la honestidad y la vulnerabilidad, te estás dando la oportunidad de crecer y sanar.

5. Lleve un diario de la terapia

Durante la sesión de terapia, es posible que llegues a nuevos conocimientos sobre ti mismo, los demás y el mundo. En otras palabras, es posible que tengas momentos de “ajá”. Puede ser útil tomar una nota -durante o inmediatamente después de la sesión de terapia- en la que resuma cualquier idea que haya tenido o las sugerencias que le haya hecho el terapeuta y que no quiera olvidar.

Si toma notas de la terapia, es más probable que progrese en sus objetivos y que aplique lo aprendido en la terapia a su vida. Además, puede ser útil volver a las notas de la terapia después de terminarla para ayudarle a mantener los progresos que ha hecho.

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